domingo, 10 de diciembre de 2017

Quien tiene algo para ofrecer, inspira a los demás.


Hace algunos días llegue a un puesto de hot  dogs, y pedí uno, cuando me lo entregaron y le di la primera mordida se acercó un señor con aspecto humilde pidiéndome si le compraba un hot dog, mi primera reacción fue:  sí claro!  Y se retiró como 3 metros no sin antes pedir su hot dog; al momento de empezar a preparárselo el señor del puesto  voltea y me dice con expresión de enfado: “a ese señor yo lo conozco como de hace 20 años viene todos los días y siempre busca quien le regale un hot dog” y le dije: ¿cómo? ¿enserio? Me sorprendió, me incomodó, me sentí utilizada y molesta, ciertamente yo no sé nada de ese señor, no se su historia, pero al menos o nunca jamás tiene 25 pesos o nunca los quiere gastar, pareciera que es mucho más cómodo que otro lo gaste por él.

Lo que me lleva a reflexionar con tristeza el pensar que el que siempre pide jamás será una persona que impacte a la sociedad o que inspire a otros, nunca será un líder porque no sabe dar. Y así como él, hay muchas personas que se acomodan siempre pidiendo, pagando lo menos posible, dejando al  amigo que lo haga, hay quien en su inmadurez busca siempre que todo le regalen  y por supuesto también me refiero a quienes  demandan todo tipo de atención robando como vampiro la energía de los demás, pareciera que el cuestionamiento  sobre que puedo ofrecer jamás pasa por sus mentes.

El liderazgo siempre nos llevara a dar y a servir a los demás. Un líder y conquistador nunca está cómodo y sabe que para construir algo siempre habrá un sacrificio suyo y de quienes lo rodean, sabe que para que las cosas sucedan se trabaja como hormiga sin parar, solo se toma pausa  para recargar batería y continuar.
La mentalidad de un conquistador es alguien que ofrece no que pide, solo ofreciendo cambias tu mente de:
”no tengo nada que dar,  a  Sí tengo  algo que ofrecer”.

Para crecer y evolucionar es indispensable  pensar en lo que uno puede ofrecer, que le ofreces a Dios, a tu familia, a tu ciudad, a tu país?, cuando uno tiene claridad de lo que tiene para ofrecer después viene el hacer un compromiso,  y cuando uno hace un compromiso y lo cumple forma el carácter.  Quizás muchos hemos pasado por  el hecho de no cumplir los compromisos adquiridos y sabemos que eso nos queda como una deuda energética que hay que reparar, habrá compromisos que realmente no quieres cumplir quizás no estas convencido o no te satisfacen pero queda un aire de incomodidad. 


El constante movimiento te lleva a conquistar, es decir haciendo las cosas y no solo pensándolas, ofreciendo no pidiendo, con la libertad de saberte creador y con plena seguridad de que siempre tendrás talentos para ofrecer a los demás. Exponerte y ofrecer al otro hará que tu espíritu Brille.


                                               YO VENGO A OFRECER MI CORAZÓN.






https://www.facebook.com/claudia.esparzagarcia