Ninguna relación interpersonal esta exenta de interrupciones en la armonía y es posible acostumbrarse a juzgar, amenazar, sermonear y cerrarnos, sobretodo en las relaciones donde los problemas son constantes. El dejar a un lado nuestros intereses para escuchar plenamente a otra persona es una técnica que necesita ser reforzada en la mayoría de nosotros, solo así es que mostramos el interés y el amor.
Sin embargo todos deseamos ser escuchados y podemos crear esa posibilidad, aquí algunas sugerencias:
- Es necesario captar la atención de la otra persona, elegir el momento y el lugar apropiado y oportuno.
- Hay que intentar que la otra persona se sienta cómoda cuando le vamos a hablar. Si presiente que te estas preparando para entrar en combate, lo más probable es que no esté receptiva.
- Hay que decir las verdades de la manera más clara posible y sin acusar.
- Aprender a traducir el enfado en afirmaciones claras no acusatorias y aprender a escuchar activamente.
- Emplear afirmaciones en primera persona, no en segunda persona.
Al responsabilizarme de los propios sentimientos y comunicar francamente el efecto
que el comportamiento de la otra persona tiene
en uno, se crea
el clima emocional óptimo para ser escuchado.
Ejercicio 1: Elige a una persona a la que quieras decir algo y practica.
Psic. Claudia Esparza
Psicoterapeuta Gestalt
